martes, 19 de diciembre de 2006

RECONSTRUCCIÓN DE MEMORIA POPULAR.

Nuestra sociedad, históricamente diversa, se ha enfrentado y enfrenta, procesos de perdida de identidad y homogeneidad cultural. Esto debido, primero al desarrollo del estado nación (S. XIX – inicios XX en nuestra región), y, la homogeneización cultural provocada por la Globalización.

Esta diversidad de sentidos y significados se sustentaba en una memoria histórica sólida, que se ha visto mermada por grandes procesos de inclusión/exclusión de la población, respecto de los que son los intereses superiores de esta sociedad triunfante.

Se ha preferido la uniformidad a la diversidad. La participación e inclusión de tradiciones e ideas de las comunidades locales, es a lo menos subvalorada. La Educación, la participación Política, el modelo de desarrollo Económico permiten, en la generalidad, un solo camino...

Pero sucede, que esas ideas catalogadas como correctas, incorporación rápida y generalizada de la llamada modernidad y sus sentidos, más de las veces sólo es propaganda.

En este sentido, muchos otros sectores han optado por alternativas que incluyen su absoluta desobediencia a leyes y preceptos, prefiriendo vivir al margen. Aceptando la negación, invisibilizándose, pero resistiendo... tal es el caso de los modos de vida trasladados desde el campo a la ciudad, formas de diversión, ser mujer hoy entre otras.

Este articulo, en una primera parte, pretende ser una aproximación a los procesos históricos sucedidos en el fundo Chaihuin. Desde su constitución hasta la actualidad, poniendo énfasis en las décadas de 1920 a 1990. Con el objeto de caracterizar a los sujetos sociales que participan de un proceso, la mayor de las veces al margen de lo que permite una sociedad que crece y se “fortalece al alero de la institucionalidad y modernidad que otorga el estado nación”.

Una segunda parte incluiría relatos de barriadas, específicamente del mundo rural que aun persiste en los márgenes de la ciudad de La Unión.

Por último, se realizará una recopilación de relatos de mujeres, desde aquellas muy importantes por los puestos que ocuparon a aquellas que secretamente construyen nuestra historia.
La recopilación, será contrastada con fuentes escritas, dentro de lo que las posibilidades objetivas permitan, los relatos de los participantes serán lo importante validando a la memoria oral como fuente historiográfica.

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la señorita Olga Boettcher defilando frente al edificio municipal

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